Causas de las variaciones en la velocidad de Internet y cómo medirla eficazmente

La velocidad de internet es crucial para una experiencia en línea satisfactoria. Sin embargo, muchos usuarios experimentan fluctuaciones en su velocidad de conexión, datos que podemos obtener al medir con un test de velocidad.

A lo largo de este artículo explorará las razones detrás de estas variaciones y proporcionará una guía práctica sobre cómo medir la velocidad de internet.

Factores que influyen en la velocidad de Internet

A todo el mundo nos gusta poder disfrutar de una conexión de Internet rápida, pero no siempre esta alcanza la velocidad deseada. Son varios los factores que pueden influir en esta velocidad, y entender como afectan nos pueden ayudar a conseguir una señal de mejor calidad. Veamos a continuación algunos de los principales factores.

Hora del día

A lo largo del día, la demanda de la red va variando, alcanzado picos durante las horas de mayor uso. Durante esos periodos, la red puede llegar a congestionarse, lo que se traduce en una ralentización en la velocidad de Internet.

Número de dispositivos conectados

El número de dispositivos conectados a la misma red puede hacer que el ancho de banda disponible se divida entre todos ellos. Hoy en día, con la gran cantidad de gadgets que tenemos en los hogares y que se pueden conectar a la red, esto puede suponer uno de los principales problemas para poder disfrutar de una conexión más rápida.

Interferencias y obstáculos físicos

Las señales WiFi pueden verse afectadas por interferencias y obstáculos físicos como paredes, electrodomésticos y otros objetos. Estos obstáculos pueden debilitar la señal, reduciendo la velocidad de conexión. Por ejemplo, una pared gruesa puede bloquear la señal WiFi, dificultando que llegue a ciertos puntos de la casa con la misma intensidad. Además, otros dispositivos electrónicos, como microondas o teléfonos inalámbricos, pueden causar interferencias que afectan la calidad y la velocidad de la señal.

Calidad del equipamiento

Dispositivos como el router o el módem tienen un papel crucial a la hora de conseguir una mejor velocidad de Internet. Si estos dispositivos son de baja calidad o no están actualizados, la velocidad que se reciba puede ser mucho menor a la contratada, de ahí la importancia de tener su firmware actualizado.

Tipo de conexión

El tipo de conexión a internet es otro factor determinante en la velocidad y estabilidad del servicio. Diferentes tipos de conexiones ofrecen distintas velocidades y estabilidad. La fibra óptica, por ejemplo, proporciona velocidades muy altas y una gran estabilidad debido a sus características en comparación con otro tipo de conexión como el DSL, donde se consigue velocidades más bajas.

Condiciones del proveedor

Por último, también hay que tener en cuenta las condiciones del proveedor de servicios de Internet, ya que estos pueden implementar ciertas políticas de gestión del tráfico para limitar el ancho de banda en las horas de mayor demanda de uso. Además, las limitaciones de infraestructura del ISP, como la capacidad de los cables y servidores, también pueden influir en la velocidad de internet.

Cómo medir la velocidad de Internet

Medir la velocidad de internet es esencial para comprender el rendimiento de tu conexión y asegurarte un rendimiento óptimo. Pero para poder sacar conclusiones sobre el nivel de nuestra conexión, no solo es importante medir la velocidad, sino también saber interpretar los datos.

Pasemos a detallar los pasos correctos a la hora de realizar una prueba de velocidad de nuestra conexión.

Elegir una herramienta de test de velocidad

Para medir la velocidad de tu conexión, es crucial elegir una herramienta confiable. En la red nos podemos encontrar un largo listado de opciones diferentes, pero no todas ofrecen los mismos resultados. Algunas de las recomendaciones más populares y fiables podrían ser las siguientes:

  1. Speedtest.net: Una de las herramientas más conocidas y utilizadas. Ofrece resultados precisos y detallados sobre la velocidad de descarga, subida y latencia.
  2. Fast.com: Desarrollada por Netflix, es una herramienta sencilla y rápida que mide principalmente la velocidad de descarga.
  3. Herramientas proporcionadas por los ISPs: Muchos proveedores de servicios de internet ofrecen sus propias herramientas de test de velocidad, diseñadas para medir específicamente el rendimiento de sus redes y que suelen ofrecer resultados muy precisos.

Preparar el entorno de prueba

Una vez que hayamos elegido la herramienta para realizar el test, será muy recomendable preparar el entorno para que los resultados sean lo más preciso posible. Para ello es muy recomendable desconectar de la red cualquier otro dispositivo que esté haciendo uso de ella. También es necesario cerrar aquellas aplicaciones que se estén ejecutando en segundo plano y que puedan interferir en el resultado final.

Por último, en vez de realizar el test utilizando conexión WiFi, realiza el test conectando el dispositivo directamente al router mediante un cable Ethernet. De esta forma evitamos posibles interferencias en la red inalámbrica que pueden alterar los resultados.

Realizar el Test

Lo bueno que tienen estas herramientas que analizan los test de velocidad es que son muy sencillos de utilizar. Por norma general los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Acceder a la herramienta: Abre tu navegador y dirígete al sitio web de la herramienta seleccionada (por ejemplo, Speedtest.net).
  2. Iniciar el test: Haz clic en el botón de inicio (Puede aparecer de muchas formas diferentes como Inicio, Start, Go o Iniciar prueba, entre otras opciones).
  3. Esperar resultados: La herramienta medirá tu velocidad de descarga, velocidad de subida y latencia. Este proceso suele tardar unos segundos.

Si que es importante no cerrar el navegador mientras que la prueba se está ejecutando.

Interpretar los Resultados

Una vez que hayas realizado la prueba de velocidad, es importante saber cómo interpretar los resultados. Los principales parámetros que se miden son:

  1. Velocidad de descarga: Se mide en megabits por segundo (Mbps) y representa la rapidez con la que puedes recibir datos de internet. Es crucial para actividades como ver videos en streaming, descargar archivos y navegar por la web.
  2. Velocidad de subida: También medida en Mbps, indica la rapidez con la que puedes enviar datos a internet. Es importante para subir archivos grandes, realizar videollamadas o jugar en línea.
  3. Latencia o ping: Medida en milisegundos (ms), la latencia indica el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde tu dispositivo hasta el servidor de internet y volver. Una baja latencia es esencial para aplicaciones que requieren una comunicación rápida y constante, como juegos en línea o videoconferencias.

Soluciones para Mejorar la Velocidad de Internet

Como ya comentamos en este artículo, hay numerosos factores que influyen en el rendimiento de la velocidad de nuestra conexión. Por suerte, es posible optimizar nuestra conexión llevando a cabo algunas estrategias destinadas a mejorar la velocidad. Veamos algunas de las más efectivas.

Optimizar la ubicación del router

Uno de los aspectos más importantes es la ubicación que tendrá el router dentro de nuestro hogar, oficina o cualquier otro espacio. A la hora de elegir el lugar donde se instalará, es importante tener en cuenta ciertas cosas que ayudarán a que la señal llegue mejor a todos los rincones. Aquí podemos destacar lo siguiente:

  • Encontrar una ubicación centrada y elevada. De esta forma se conseguirá distribuir la señal de forma uniforme en todas las direcciones.
  • Colocarlo alejado de obstáculos que puedan interferir en la calidad de la señal.
  • Reducir las interferencias manteniendo el router alejado de otros dispositivos electrónicos.
  • Orientar las antenas hasta encontrar la posición que ayuda a conseguir la mejor cobertura.

Actualizar equipamiento

Un equipamiento desactualizado puede limitar significativamente la velocidad de la red. Para evitar esta situación se recomienda el uso de routers y módems modernos que sean compatibles con las últimas tecnologías. También es recomendable tener actualizada la versión del firmware con el que mejorar su rendimiento.

Gestionar el uso de la red

La gestión efectiva del uso de la red puede optimizar la velocidad de internet y mejorar la experiencia de todos los usuarios en un hogar o una oficina. Algunas de las estrategias que podemos realizar son las siguientes:

  • Programar descargas y actualizaciones en horario de baja demanda. Para ello será necesario conocer ese horario de baja demanda, así como el uso de alguna herramienta que permita realizar esa programación.
  • Limitar el número de dispositivos conectados. Aquí puede resultar de gran ayuda realizar un control de acceso, cosa que se puede hacer indicando al router los dispositivos que podrán conectarse a él. También se puede activar una red de invitados para los dispositivos esporádicos.
  • La priorización del tráfico es una función disponible en muchos routers modernos que permite gestionar el uso de la red asignando prioridades a diferentes tipos de tráfico.

Utilizar conexiones cableadas

Aunque las conexiones WiFi son muy cómodas de utilizar ya que no requiere el uso de ningún tipo de cableado, el rendimiento que ofrecen suele ser menor que en el caso de utilizar un cable Ethernet, ya que, de esta forma, la ubicación del router u obstáculos no afectarán a la velocidad.

A lo largo de nuestra publicación hemos visto como la velocidad de nuestra conexión puede variar dependiendo de ciertos factores. Un análisis de nuestra red nos puede mostrar si la velocidad que disfrutamos es óptima o si por el contrario es necesario realizar algún tipo de acción para mejorar esa velocidad.

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